_Buscando tu boca_

(Sinueto dodecasílabo)

Mi flor amorosa  flotando va  un beso,

 lo  lleva la brisa volando a tu  boca.

 No más indecisa,   no  enojo, ni   roca,

mi niña mimosa,  mi loco embeleso.

De  amarte no ceso mi flor primorosa,

el alma te invoca  desvistas  sonrisa.

¡No ves se trastoca!  ¿Por qué  tan remisa?,

  si amor te profeso, muñeca preciosa.

Vergel de colores, muñeca de ensueños,

escucho me clamas,  me pierdo en locuras,

me pierdo en tus flores, tus labios risueños.

Describo diseños, matizo primores,

soñando ternuras, creyendo me amas.

¡Qué locos  mis  sueños, al ver tus candores!.

Manuel Ángel Calzón Díaz.

Reservados todos los derechos.

El día que me muera_

_El día que me muera_

(Cuarteta)

Que nadie le ponga flores

a la tierra que me  acoja,

ni suspiren  mis amores,

ni muestren sentir congoja,

pues solo parto de viaje,

donde allá todos iremos,

sin distinción de linaje

todos juntos estaremos.

De qué sirves, cuanto  vales,

mostrando tus avaricias,

sabiendo que causas males.,

y nada bueno propicias.

Cuánta codicia y engaño,

cuánto afán por la riqueza,

sabiendo que causa  daño

a quien vive  en  la pobreza.

No estoy triste, sólo siento,

el mal que pueda causar,

cuando llegue ese momento,

a quien me pudiera amar.

Me llevarán encerrado,

en féretro de madera,

con tierra seré tapado,

en el momento que muera.

Que no me cubran de flores,

es pompa que no merezco,

ni lloren los mis amores,

que amores todos ofrezco.

A ti, que te quise tanto,

y  dudaste  de mi amor,

acoge pues este canto,

 que dejo escrito  en tu  honor.

Manuel Ángel Calzón Díaz.

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