martes, 21 de mayo de 2019

Dueto  creado por el poeta Manuel Ángel Calzón Díaz,

 tras leer el poema de la poetisa GABRIELA MISTRAL  - EL BESO -


_ E L  B E S O _

Gabriela. M.
Hay besos que pronuncian por sí solos 
la sentencia de amor condenatoria, 
hay besos que se dan con la mirada
hay besos que se dan con la memoria. 

M. Ángel.
Bien cierto es tu versar al dulce beso,
que muestras de manera muy notoria,
 hay besos que te dejan vacilante,
 hay besos que te llevan a la gloria.

Gabriela. M
Hay besos silenciosos, besos nobles 
hay besos enigmáticos, sinceros 
hay besos que se dan sólo las almas 
hay besos por prohibidos, verdaderos. 
 

M. Ángel
Hay besos que embelesan dulcifican
que llevan al misterio de la vida.
Hay besos anhelados que enloquecen,
que dejan a la mente confundida.

Gabriela. M 
Hay besos que calcinan y que hieren, 
hay besos que arrebatan los sentidos, 
hay besos misteriosos que han dejado, 
mil sueños errantes y perdidos. 

M. Ángel
.Hay besos que te llenan de deseos,
si se ofrecen  sin labios  y  a distancia,
produciendo tortuosas  ansiedades,
mientras llenan el éter de fragancia.

 Gabriela. M.
 Hay besos problemáticos que encierran 
una clave que nadie ha descifrado, 
hay besos que engendran la tragedia 
cuantas rosas en broche han deshojado. 

M. Ángel
.Hay besos traicioneros que envenenan,
 en ellos solo encuentras mala hiel,
hay  besos desbordantes de ternura,
que dan  en su  besar la dulce miel.

Gabriela. M.
 Hay besos perfumados, besos tibios 
que palpitan en íntimos anhelos, 
hay besos que en los labios dejan huellas
como un campo de sol entre dos hielos. 

M. Ángel.
 Hay  besos que germinan de un  suspiro,
emanando  de   boca  enamorada,
hay besos  deambulando las estrellas,
perdidos con el alma desolada.
  
Gabriela. M.
Hay besos que parecen azucenas
por sublimes, ingenuos y por puros, 
hay besos traicioneros y cobardes, 
hay besos maldecidos y perjuros. 

. M. Ángel
Hay besos impregnados de veneno,
al  simular  entregan todo amor,
hay besos que producen el delirio,
si están llenos de amor  y de candor.

Gabriela: M.
Judas besa a Jesús y deja impresa 
en su rostro de Dios, la felonía, 
mientras la Magdalena con sus besos 
fortifica piadosa su agonía. 

M. Ángel
Hay besos rebosantes de ternura,
que vuelven  los  inviernos  primavera
Hay besos que  producen  gran angustia,
 si se dan de  manera traicionera.

   Gabriela. M.
Desde entonces en los besos palpita 
el amor, la traición y los dolores, 
en las bodas humanas se parecen 
a la brisa que juega con las flores. 

M. Ángel.
Si el beso no es cual  fuente cristalina,
se visten de tristeza hasta la rosas,
y nace  galanteos de  ficciones,
haciendo  la vivencia dolorosas.

Gabriela. M.
.Hay besos que producen desvaríos 
de amorosa pasión ardiente y loca, 
tú los conoces bien son besos míos 
inventados por mí, para tu boca. 
M. Ángel
Hay besos misteriosos bien lo sé,
que llenan de   embelesos  y  locura,
 cual los tuyos  ardientes  que   tomé,
de tu boca mimosa, tierna y pura.

 Gabriela.. M.
Besos de llama que en rastro impreso 
llevan los surcos de un amor vedado, 
besos de tempestad, salvajes besos 
que solo nuestros labios han probado. 

M. Ángel
Besos apasionados que nos dimos,
Cómo nunca jamás  nadie se ha dado,
buscando mitigar  lo que sufrimos,
por el amor vivido tan guardado.

Gabiela. M.
¿Te acuerdas del primero...? Indefinible; 
cubrió tu faz de cárdenos sonrojos 
y en los espasmos de emoción terrible, 
llenaron-se de lágrimas tus ojos. 

M. Ángel
Los recuerdo y los llevo en mí prendidos,
van marcando mi ruta, mi sendero,
mientras pienso en tus labios  encendidos,
gloria firme de  amor  puro y sincero.

Gabriela. M.
¿Te acuerdas que una tarde en loco exceso 
te vi celoso imaginando agravios, 
te suspendí en mis brazos... vibró un beso, 
y qué viste después...? Sangre en mis labios. 

M. Ángel.
.No hay nada  que dejara  en el olvido,
 recuerdo dulce amor mis  torpes  celos,
qué,  por un santiamén  he padecido,
y se apagó al mirar  tu Edén  sin velos.

Gabiela. M.
Yo te enseñé a besar: los besos fríos 
son de impasible corazón de roca, 
yo te enseñé a besar con besos míos 
inventados por mí, para tu boca.

M. Ángel
Yo me perdí en tus mares y tus ríos,
en el  vaivén de vuestra  barca  loca,
al degustar  tus besos y amoríos,   
Inventados por ti  para mi boca.

Gabriela Mistral - Manuel Ángel Calzón Díaz