La
muchacha que vi un atardecer
***
Estaba de
pie, parada, sola, cual una diosa transmitiendo sus oráculos,
con la mirada perdida en el horizonte y
pensando quien sabe que cosas.
De ella emanaba un encanto sobrenatural, un algo
que no se descifrar.
La observé un gran rato procurando no ser visto para
que mi presencia no turbara
los momentos
que estaba viviendo. Mas en un momento dado,
cual si presagiara mi presencia, se gira y mostró el fulgor de su mirada,
a la vez que su boca divina mostraba la
sonrisa mas enloquecedora que ojos miraron,
cual si deseara abrir la ventana de su corazón
aquél desconocido que en secreto la miraba,
para seguido, volver al mismo
estado anterior, llenando de misterio todo cuanto la rodeaba.
***
La seguí observando y no pude por
menos que sentir como un temblor en mi interior,
al ver que alrededor de su figura había un halo de luz, mientras musitaba palabras a la vez
que sonreía. Ante esa visión, partí
dejando siguiera creando y viviendo su mundo en libertad y silencio,
sin miradas que la perturbaran. Me ausente
físicamente, pero el corazón queda preso
ante el encanto celestial que mostró a
mis ojos.
Procuré olvidar todo, pero desde ese instante supe sería
imposible alejarla del pensamiento.
***
A la mañana siguiente repaso la prensa y sin
saber la causa,
(algo interior me obligaba a ello) paso a leer la página de
sucesos, al pasar al contenido
de la
misma, en titulares leo: Joven aparece muerta en extrañas circunstancias
sin
síntomas de violencia. Pendiente resultado de la autopsia.
Sigue un detalle
preciso de su fisonomía, así como el lugar donde apareció su cadáver.
Según iba
dando lectura, mi mente, mi corazón, mi pensamiento, todo mi ser,
revivió el encuentro de la tarde anterior, con
aquella muchacha
de mirada perdida y sonrisa de rosas.
En apartado de última hora dice: La muchacha encontrada muerta, fue a consecuencia de ingestión de barbitúricos. Dando todos
los datos. Nombre, domicilio, etcétera.
***
Leído esto, decir que en esos momentos
deseaba ser yo el que pasara por esas circunstancias,
y no la muchacha
que vi en la tarde anterior llena de vida contemplar
con la mirada perdida al
infinito.
Visité la capilla ardiente y
la miré en el féretro, no había lugar a duda, era ella,
estaba cual la vi esa
tarde, salvo sus ojos hoy cerrados para siempre.
En la comisura de sus labios seguía
la sonrisa igual a la que me ofreció en la tarde anterior,
quizás la última que
dio en vida a ser viviente.
***
Hoy lloro, y me siento en parte culpable de su
muerte, al no saber captar en su mirada
y su sonrisa, lo que estaba insinuando o queriendo decir,
o quizás, esperaba escuchar lo que yo pudiera decirle.
***
No quise perturbarla con mi presencia, y quizás le hice daño al ausentarme
sin
mostrar todo lo que mi corazón estaba
sintiendo, cuando a buen seguro unas
palabras,
unas simples palabras, aliviarían sus penas, alegrarían su corazón,
y
quizás hoy estuviera en el mundo de los mortales.
***
Nunca podré olvidar a la muchacha que
vi un atardecer,
con la mirada perdida y
su sonrisa de rosas.
Siempre la llevaré en el corazón y en el recuerdo,
haciendo cada día
una oración a Dios, para que su alma halle la paz del cielo.
***
M. Ángel
Muy hermoso me encanto
ResponderEliminarun beso corazon
Buenas noches..
ResponderEliminarSigo teniendo fe en la personas, y este mundo es maravilloso.. gracias por ser parte de el...
Besotes
muy hermoso lo que nos relatas ..ayer fue el dia de la fé ...lo siento.
ResponderEliminarYo te regalé un homenaje que un gran amigo me hizo como sorpresa solo era la mitad ya que no pude copiar todo ,,,procurare que tengas todo
un abrazo
Marina
Nada de culpas amigo!, no podías saber de sus intenciones. Solo rezar para que su alma encuentre la paz.
ResponderEliminarEspero que tu animo este mejor.
Te dejo un abrazo con todo cariño.
¡Muy bello y conmovedor! me puso el vello de punta, visualizando la historia.
ResponderEliminarFeliz semana que empieza
Un abrazo
Luna, placer encontrar tu comentario.
ResponderEliminarGracias.
abrazo
M. Ángel
Balovega, gracias por tu visita y tu comentario
ResponderEliminarAbrazo.
M. Ángel
Marina-Emer siempre es un honor encontrar tus letras a las mías.
ResponderEliminarGracias.
abrazo
M. Ángel
Cecy, gracias por tu presencia y tus palabras.
ResponderEliminarAbrazo
M. Ángel
Verónica, bello no sé, pero triste es mucho.
ResponderEliminarGracias por tu visita.
abrazo
M. Ángel
Estremecedor, y a la par bellísimo. Probablemente te esté viendo esa preciosa muchacha que mencionas, y sin duda te estará muy agradecida por rendirle homenaje a través de un poema tan sentido.
ResponderEliminarFeliz inicio de semana, poeta. Un abrazo.
.
ResponderEliminarManuel, tremendo y hermoso relato. Sin palabras.
Fuerte abrazo querido poeta,
Ana Lucía
.
Vaya hay sensibilidad en tus poemas y en tus palabras.
ResponderEliminarun saludo
María José, gracias por tu visita y tus palabras
ResponderEliminarabrazo
M. Ángel
Ana Lucía, placer encontrar tus letras a las mías.
ResponderEliminarGracias
Abrazo
M.Ángel
Estrella Altair, gracias por elegir mi blog entre tus favoritos y por tus letras a las mías.
ResponderEliminarAbrazo
M. Ángel
Te deseo un feliz dia de La Virgen del Pilar
ResponderEliminarun abrazo
Marina
Marina-Emer,los mismos deseos para ti en este día tan señalado.
ResponderEliminarAbrazo
M. Ángel
Hola, Manuel Ángel, qué triste historia la que me transmite tu hermoso escrito. Pero no te sientas culpable, porque tú no podías imaginar el cruel destino que le esperaba a aquella pobre muchacha. Sin duda que eres un hombre muy sentimental y de muy buen corazón, este texto lo constata por sí mismo.
ResponderEliminarPerdona mis ausencias, estos días tengo obras en casa y apenas dispongo de tiempo libre, mañana me acercaré de nuevo a seguir leyéndote, ya que ahora me esperan para salir.
Un gran beso, querido amigo y disfruta de la Pilarica.
Mayte, gracias por tus palabras. Estás en lo cierto soy demasiado sentimental y en estos tiempos que vivimos, carecen de valor para desgracia de todos.
ResponderEliminarNo te preocupes si no comentas, comprendo muy bien a quien no lo haga, de hecho, yo últimamente comento muy poco, por otras circunstancias.
Abrazo.
M. Ángel
Buenas noches..
ResponderEliminarViajaremos por mundos distantes
para buscar con todo el empeño
¡ Seremos como el caminante
que cabalga buscando su sueño!.
Besitos de buen día de la Hispanidad
Hola, Manuel Ángel:
ResponderEliminarEs un historia triste y conmovedora, a veces la vida nos pone en lugares insospechados, pero todo tiene su razón de ser.
Un abrazo.
Balovega, gracias por tu visita.
ResponderEliminarAbrazo
M. Ángel
Amigo Rafael, gracias por tu presencia y leer mis escritos.
ResponderEliminarAbrazo
M. Ángel
bello y profundo relato nos regalas dulce poeta, infinitas gracias por emocionar nuestros sentimientos con el, muchos besinos de esta amiga admiradora que te quiere un montón.
ResponderEliminarOzna, gracias por tus palabras siempre lindas que me regalas.
ResponderEliminarAbrazo
M. Ángel
Bella historia,aunque muy triste mi querido poeta,
ResponderEliminarUn beso.
Geni, siempre es un placer encontrar tus letras.
ResponderEliminarGracias.
abrazo
M. Ángel