lunes, 11 de diciembre de 2023
Mi barca retadora.
Mik barca retadora sin rumbo va perdida,
el viento la flagela ya puerto nunca llega,
las olas la columpian de forma desmedida.
¡Jardín de amor flotante, locura que navegas,
***
acércate conmigo, prendidos viajaremos
y solo dos seremos viviendo nuestro sueño,
sin ver a donde vamos, ni cuando llegaremos,
al ir sin rumbo fijo, gozando en nuestro empeño.
***
Ajados de salitre, mostrándonos valientes,
boguemos entre brumascon rumbo siempre incierto,
sin ver lo que me dices y menos lo que sientes,
andando fatigados, durmiendo a cielo abierto.
***
Al fin nos damos cuenta de amores primorosos
que habitan nuestra barca marcando los destinos,
llevándonos al puerto de ensueños majestuosos
Al beso de las bocas, bebiendonos los besos
***
M. Ángel.
AA6.
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Que alegria siento añ ver que escribes de nuevo. sigue haciendolo para que los amigos sepan que estás de nuevo
ResponderEliminarTus versos son maravillosos como siempre
Un abrazo
Este poema utiliza la imagen de una barca a la deriva como metáfora de un amor libre, apasionado y sin ataduras, donde el rumbo incierto no es motivo de angustia, sino parte del encanto del viaje. El vaivén de las olas y la bruma evocan tanto los retos como la intimidad de esa travesía compartida, mientras el salitre y el cansancio físico refuerzan la sensación de entrega total. La estructura, con estrofas que alternan la aventura y la ternura, culmina en un puerto simbólico donde el destino final no es un lugar, sino el encuentro de los cuerpos y la comunión de los besos. Es un canto al amor como viaje, más que como meta, y a la valentía de navegarlo sin certezas.
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