_Tendrás aduladores_

_Tendrás aduladores_

* 

¿Qué te hice dulce amada, que mi amor  no procuras?

Si  ayer con gran ternura, tus mimos me entregabas,

y  llena de mil gozos, el cielo tú  alcanzabas

al sentir en tu cuerpo las caricias más puras.

** 

Hoy me dejas sin luz, el corazón a  oscuras,

al no tener los besos que con amor me dabas,

ni el gozar de tus labios, con los que me  abrasabas

en noches de arrebatos, deleites y locuras.

*** 

Más, no pienses que lloro, por tanta sinrazón

Yo sé muy bien la causa,  por la que tomas vuelo.

Por alcanzar riquezas, hieres tu corazón.

**** 

Habrá muchos bufones, alfombras en el suelo.

También aduladores, dándote la razón,

Mas tu  alma desolada, vivirá en desconsuelo.

*

M. Ángel

_Sin rencor_

***

Rehusaste con desdén ayer los besos

que te ofrecí de forma cariñosa,

 pensando  que tu boca tan mimosa,

anhelaba los míos hacer presos.

* 

Hoy suplicas mis mimos y  embelesos,

mostrándote muy tierna y dadivosa,

más, ya no anhelo el beso de la rosa

que enloqueció con su desdén mis sesos.

 *

Tengo el corazón roto, ciego y necio,

desde que me negaste tu regazo

y pasaste de mi con gran desprecio.

 *

Me duele no aceptar tu tierno abrazo,

No lo hago por rencor ¡Aún te aprecio!

Es, que mi amor murió con tu rechazo.

*

M. Ángel

_Las hojas también lloran_

***

Paseando por el parque,

en cada paso que daba,

sentía alguien se quejaba

sin saber, quien, ni por qué

***

Si detenía mis pasos,

el quejido no escuchaba.

y extrañado me quedaba

por tan singulares casos.

***

Reiniciado mi paseo,

de nuevo vuelven quejidos.

Mis sentidos sorprendidos.

¡Aun que miro, nada veo!

***

Continúo preocupado,

en cada paso miraba

para ver quien se quejaba

con dolor tan apenado.

***

Mis sentidos cavilaban

haciendo mil reflexiones,

llegue a sacar conclusiones.

Eran hojas que lloraban.

***

M. Ángel

_Versos al viento_

_Versos al viento_

***

Estos versos vuelan vivos,

si alcanzaran tus altares,

déjalos en ti cautivos,

guárdalos entre tus mares.

***

No celes bella princesa,

que tu jardín y tus flores,

son los que mi boca besa,

en sueños llenos de amores.

***

Sois la brisa que acaricia.

El sol que todo ilumina

La flor que causa delicia,

y con mirarla fascina.

***

Yo seré, mar, ola, río.

La brisa suave del viento,

el fuego que apague el frio

el aire que te de aliento.

***

M. Ángel

_Dios o el diablo_

_Dios o el diablo_

Ni temo ni siento angustias

saber la muerte se acerca,

y comprobar que es muy terca

buscando mis flores mustias.

**

Con existencia persiste,

quiere le abra la puerta

más el alma nunca muerta

con tesón se le resiste.

**

Quiere llevarme a sus mares,

que navegue en su presencia,

para aromarme de esencia

con las flores de azahares

**

¡Será Dios el que me clama!

¡Será el diablo que me quiere!

Solo sé, nadie se muere

si DIOS antes no le llama.

***

M. Ángel

P.D. Gracias a todos los que de una u otra forma seguisteis

entrando a leer mis escritos o dejando vuestro comentario.

Espero poder a partir de ya corresponderos con mis humildes comentarios.

Abrazo sincero para todos.

M. Ángel

_Los encantos que transfiere_

_Los encantos que transfiere_

***

Tiene el fragor divino del encanto,

su belleza sublime se refleja,

y su lindo candor siempre me deja,

la miel de su sabor que endulza el llanto.

***

Su dulce melodía es lindo canto.

Las tristezas y penas ella aleja,

y su lindo brillar siempre me deja,

sumido en alegría, en vez de espanto.

***

Reflejar su beldad es imposible.

No hay pintor que pintarla bien pudiere,

ni al escultor grabarla le es posible.

***

Son tantos los embrujos que transfiere,

que reseñarlo en verso no es factible.

No hay poeta nacido que supiere.

***

M. Ángel

_Hasta el sol se detiene_

_Hasta el sol se detiene_

***
Me sorprendió el encanto, de tan linda doncella,

iba muy elegante, y caminando a prisa,

y de su boca de rosas, me ofreció una sonrisa,

como nunca otra habrá, más hermosa que aquella.

***
Se mostró tan radiante, parecía una estrella,

marcaba sus encantos, con ceñida camisa,

y agitaba su talle, al vaivén de la brisa.

¡Hasta el sol se detiene, al mirarla tan bella!

***
A donde van sus pasos, a que mundo camina,

que hasta los mismos dioses, viven en gran desvelo,

al mirar su lindeza, que enloquece, fasina.

***

Su agitar de caderas, su pisar en el suelo,

sus encantos y dones, son dádiva divina,

al llevar en su imagen, la hermosura del cielo.

***

M. Ángel