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¡No! No engalanes la puerta
¡No! No engalanes la puerta
deja que mire tus ojos,
así me llenas de antojos
y el amor fuerte despierta.
Permite la puerta abierta
de tu jardín tan florido.
Deja el rosal florecido
nos muestre toda belleza.
Así, al mirar tanta lindeza
Así, al mirar tanta lindeza
queda el corazón prendido
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Los senderos donde pisas
se van llenando de flores
de tan variados colores
que son cielos de sonrisas.
A través de suaves brisas,
A través de suaves brisas,
llega de tu boca un beso,
que me embriaga, deja preso
con sus fuegos encendidos.
Volemos los dos prendidos
llenos de amor y embeleso.
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M. Ángel
M. Ángel