domingo, 25 de septiembre de 2011
domingo, 18 de septiembre de 2011
_Gracias Señor_
_Gracias
Señor_
*
Si
Tú me diste Dios, los ojos para verla,
y
ante mí la pusiste para poder mirarla,
No
dejes que se vaya, que ciego quedaría
al
no ver su belleza, tan llena de armonía.
Permíteme Señor, mirar cosa tan bella.
En
su mirada tiene, el brillo de una
estrella,
y
en su boca de rosas, se observa su ternura
y
en su cara de cielo, se ve toda hermosura.
Si
la creaste tan linda, y a mí me pusiste ojos,
no castigues si peco, ni me pongas enojos.
Pues,
si ella así lo quiere, la amaré con locura,
llenándola
de amores, de la forma más pura.
Gracias
te doy Señor, por haber escuchado,
las
plegarias y ruegos, que con fe te he rezado.
Pues,
ella ya me ofrece, el jardín de sus
flores,
y
me mecen sus olas, en su barca de amores.
Señor,
da tu perdón, si por amar pecamos,
pues
muy bien sabes Tú, como nos adoramos.
Es
el amor más puro, que se puede ofrecer
Es,
mirar la campiña, de amores florecer.
*
M.
Ángel
domingo, 11 de septiembre de 2011
_Tendrás aduladores_
_Tendrás
aduladores_
¿Qué
te hice dulce amada, que mi amor no
procuras?
Si
ayer con gran ternura, tus mimos me
entregabas,
y
llena de mil gozos, el cielo tú alcanzabas
al
sentir en tu cuerpo las caricias más puras.
Hoy
me dejas sin luz, el corazón a oscuras,
al
no tener los besos que con amor me dabas,
ni
el gozar de tus labios, con los que me abrasabas
en
noches de arrebatos, deleites y locuras.
Más,
no pienses que lloro, por tanta sinrazón
Yo
sé muy bien la causa, por la que tomas vuelo.
Por
alcanzar riquezas, hieres tu corazón.
Habrá
muchos bufones, alfombras en el suelo.
También
aduladores, dándote la razón,
Mas
tu alma desolada, vivirá en desconsuelo.
M.
Ángel
lunes, 5 de septiembre de 2011
_Sin rencor_
***
Rehusaste con desdén
ayer los besos
que te ofrecí de
forma cariñosa,
pensando
que tu boca tan mimosa,
anhelaba los míos
hacer presos.
Hoy suplicas mis mimos
y embelesos,
mostrándote muy tierna
y dadivosa,
más, ya no anhelo el
beso de la rosa
que enloqueció con su
desdén mis sesos.
Tengo el corazón
roto, ciego y necio,
desde que me negaste tu
regazo
y pasaste de mi con
gran desprecio.
Me duele no aceptar
tu tierno abrazo,
No lo hago por rencor
¡Aún te aprecio!
Es, que mi amor murió
con tu rechazo.
*
M. Ángel
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