jueves, 26 de octubre de 2017

_ Te vi de tantas maneras_ (Dueto Eloy Blanco - M. Ángel)


Glosando los versos del poema COPLAS DE AMOR VIAJERO,
         De Andrés Eloy Blanco Meaño. Venezuela. (1897)  México (1955)
Versos de Eloy Blanco Meaño.
Te vi flotar en la bruma
que tu blancura aureola,
como un boceto de espuma
sobre un pedestal de ola.
II
_Te vi de tantas maneras_
(Glosa en cuartetas)
Te vi de tantas maneras,
y en todas en ti rezuma,
la belleza que liberas.
te vi flotar en la bruma. (*)

Cual las sirenas del mar,
del  sonreír  que arrebola
y solo pude mirar
que tu blancura aureola, (*)

me obliga pues a decirte,
que mi pluma ya se suma,
a coronarte  escribirte,
con un boceto de espuma. (*)

Esperando que te alcance,
este querer que me asola,
busco que tu cuerpo  dance
sobre un pedestal de ola. (*)


Manuel Ángel Calzón Díaz.

viernes, 6 de octubre de 2017

_El triunfo del amor_ (Pareados alejandrinos)

_El triunfo del amor_
(Pareados alejandrinos)

La adoraba de forma celestial,  silenciosa,
se mostraba graciosa, me miraba mimosa,
provocando con ello   mis sensibles  amores,
que convulso anhelaba su pureza, sus  flores.

¡Que hermosura tenía,  que placer  me causaba!,
con airosos andares su caderas  cimbraba.
Que locura de rosa  por el viento mecida,
se  agitaba la barca cual la mar excitada.

Por la noche la sueño, ¡Que fugaz es la noche!
y en mis sueños  besaba con amor y derroche,
a sus labios divinos,  a su boca florida,
que gustosa entregaba de manera encendida.

Al llegar la mañana, nuevamente  agonía,
 anhelando la noche  quiero vuelva a ser  mía.
¡Oh!, locura de amores, mitiguemos el  fuego,
 consolemos  las penas que consumen al ego.

Si se acerca y se para, le diré mis antojos,
 mis amores callados  sin temor ni sonrojos,
 mis sentires  por ella, por su  tierna dulzura,
¡Le diré!,  que la adoro, que la quiero en locura.


¿Es casual el  encuentro?  ¿Fue  por ambos buscado?
Con  mirada perdida mi relato ha escuchado.
Pesadumbre,  tristeza,  desazón  me causaba,
al mirar que en silencio, suspiraba y lloraba.


Tembloroso y nervioso,  pregunté los motivos.
del llorar de sus  ojos  primorosos y vivos.
Lastimar no intentaba  tus  sentires de diosa,
ni jamás ofenderte, muñequita mimosa.

Tus palabras no ofenden, de alegría es mi  llanto,
al  oír  de tu boca, soy tu amor y tu encanto.
Las palabras que dices,  son igual que las mías
que en silencio guardaba, respirando agonías.

Primorosa muchacha, disfrutemos de amores,
y al Señor ofrezcamos, oración y fervores,
por haber permitido de manera notoria,
que  triunfara el  cariño,  para goces y gloria.


Manuel Ángel Calzón Díaz