_El Cristo
del madero_
(Quinteto
dodecasílabo)
Si
el Señor nos llena de amor y de encanto,
y
alivia los males que muchos sufrimos,
y
vemos el bardo con su dulce canto,
hablar
con sus odas, con el Dios que vimos
clavado
en madero soportando llanto.
Que cante el poeta, con finura y modos,
¡Que
cante! ¡Que cante!, que es cosa fastuosa,
perderse
en sus odas, brillantes sin lodos,
y
ver como ensalza
de forma preciosa
al
Glorioso Cristo. ¡Al Cristo de todos!
Oh
Jesús divino, cuantos desespero,
por
dejarte solo sin ninguna ayuda,
por
no ser valiente, y no poner pero
ante
los verdugos y su fuerza ruda.
¡Dadnos!
¡Dadnos! Fe ¡Cristo del madero!
Manuel
Ángel
Reservados
todos los derechos.