Dueto
creado por el poeta Manuel Ángel Calzón Díaz,
tras
leer el poema de la poetisa GABRIELA MISTRAL
- EL BESO -
_ E L B E
S O _
Gabriela. M.
Hay
besos que pronuncian por sí solos
la sentencia de amor condenatoria,
hay
besos que se dan con la mirada
hay besos que se dan con la memoria.
M. Ángel.
Bien cierto es tu versar al dulce beso,
que muestras de manera muy notoria,
hay
besos que te dejan vacilante,
hay
besos que te llevan a la gloria.
Gabriela. M
Hay
besos silenciosos, besos nobles
hay besos enigmáticos, sinceros
hay besos que se dan sólo las almas
hay besos por prohibidos, verdaderos.
M. Ángel
Hay besos que embelesan dulcifican
que llevan al misterio de la vida.
Hay besos anhelados que enloquecen,
que dejan a la mente confundida.
Gabriela. M
Hay
besos que calcinan y que hieren,
hay besos que arrebatan los sentidos,
hay
besos misteriosos que han dejado,
mil
sueños errantes y perdidos.
M. Ángel
.Hay besos que te llenan de deseos,
si se ofrecen
sin labios y a distancia,
produciendo tortuosas ansiedades,
mientras llenan el éter de fragancia.
Gabriela. M.
Hay
besos problemáticos que encierran
una clave que nadie ha descifrado,
hay besos que engendran la tragedia
cuantas rosas en broche han deshojado.
M. Ángel
.Hay besos traicioneros que envenenan,
en ellos
solo encuentras mala hiel,
hay
besos desbordantes de ternura,
que dan
en su besar la dulce miel.
Gabriela. M.
Hay
besos perfumados, besos tibios
que palpitan en íntimos anhelos,
hay besos que en los labios dejan huellas
como un campo de sol entre dos hielos.
M. Ángel.
Hay besos que germinan de un suspiro,
emanando
de boca enamorada,
hay besos
deambulando las estrellas,
perdidos con el alma desolada.
Gabriela. M.
Hay besos
que parecen azucenas
por sublimes, ingenuos y por puros,
hay besos traicioneros y cobardes,
hay besos maldecidos y perjuros.
. M. Ángel
Hay besos impregnados
de veneno,
al simular
entregan todo amor,
hay besos que
producen el delirio,
si están llenos de
amor y de candor.
Gabriela: M.
Judas
besa a Jesús y deja impresa
en su rostro de Dios, la felonía,
mientras la Magdalena con sus besos
fortifica piadosa su agonía.
M. Ángel
Hay besos rebosantes de ternura,
que vuelven
los inviernos primavera
Hay besos que
producen gran angustia,
si se
dan de manera traicionera.
Gabriela. M.
Desde
entonces en los besos palpita
el amor, la traición y los dolores,
en las bodas humanas se parecen
a la brisa que juega con las flores.
M. Ángel.
Si el beso no es cual fuente cristalina,
se visten de tristeza hasta la rosas,
y nace
galanteos de ficciones,
haciendo
la vivencia dolorosas.
Gabriela. M.
.Hay
besos que producen desvaríos
de amorosa pasión ardiente y loca,
tú los conoces bien son besos míos
inventados por mí, para tu boca.
M. Ángel
Hay besos misteriosos
bien lo sé,
que llenan de embelesos
y locura,
cual los tuyos
ardientes que tomé,
de tu boca mimosa,
tierna y pura.
Gabriela.. M.
Besos
de llama que en rastro impreso
llevan los surcos de un amor vedado,
besos
de tempestad, salvajes besos
que solo nuestros labios han probado.
M. Ángel
Besos apasionados que nos dimos,
Cómo nunca jamás nadie se ha dado,
buscando mitigar lo que sufrimos,
por el
amor vivido tan guardado.
Gabiela. M.
¿Te
acuerdas del primero...? Indefinible;
cubrió tu faz de cárdenos sonrojos
y en los espasmos de emoción terrible,
llenaron-se de lágrimas tus ojos.
M. Ángel
Los recuerdo y los llevo en mí prendidos,
van marcando mi ruta, mi sendero,
mientras pienso en tus labios encendidos,
gloria firme de
amor puro y sincero.
Gabriela. M.
¿Te
acuerdas que una tarde en loco exceso
te vi celoso imaginando agravios,
te
suspendí en mis brazos... vibró un beso,
y qué viste después...? Sangre en mis labios.
M. Ángel.
.No hay nada
que dejara en el olvido,
recuerdo
dulce amor mis torpes celos,
qué, por
un santiamén he padecido,
y se
apagó al mirar tu Edén sin velos.
Gabiela. M.
Yo te enseñé a besar: los besos fríos
son de impasible corazón de roca,
yo te enseñé a besar con besos míos
inventados por mí, para tu boca.
M. Ángel
Yo me perdí en tus mares y tus
ríos,
en el vaivén de vuestra barca
loca,
al degustar tus besos y amoríos,
Inventados por ti para mi boca.
Gabriela Mistral -
Manuel Ángel Calzón Díaz