_ANGELICAL_
(Serventesios)
Su belleza sublime, tan divina,
la concreta el poeta si declama,
al versar de manera tenue fina,
la hermosura que aflora de esta dama.
Sus mirares de fuegos son hechizos.
Sus andares torrentes de locuras.
Sus cabellos al viento mar de rizos.
Sus besares, rosarios de ternuras.
Luminosos luceros son sus ojos,
deslumbrantes, divinos, cual diamantes.
Manantial de pasión sus labios rojos,
que atesoran la miel de los amantes.
Sus mejillas campiñas encendidas,
primaveras bañadas de candores,
y su cuerpo tan lleno de delicias,
un jardín pincelado de colores.
El poeta nos muestra con sapiencia,
su belleza sublime, original,
que nos lleva a gozar de su presencia
al mirar su belleza angelical.
Manuel Ángel Calzón Díaz.
AB.25. F.70. Bis.