martes, 25 de abril de 2017


_Amores callados_
(Pareados Alejandrinos)


Tu alegría se escinde, quién tu sonrisa apaga.
¿Quién de tanta tristeza tu corazón  embriaga?

Dime niña amorosa, porque tantos suspiros.
¿Quién es el que procura, con su maldad heriros?

Veo estás empapada por lágrimas vertidas,
por esos ojos tiernos de miradas perdidas.

Hermosa muñequilla, de imagen majestuosa,
reflejo de la noche, locura primorosa.

No quiero verte triste, ni mirar qué sollozas,
ni saberte apenada  por amor que no gozas.

Si pudiera alegrarte, sonrisa devolverte,
pediría  a tu cielo  me dejara quererte.

¡Dices, ser yo la causa de todos tus dolores!,
que con delirio me amas, que anhelas mis amores.

¡Oh! niña primorosa, locura de los vientos,
tus palabras me quitan torturas y tormentos.

Mis amores divinos,  guardados en secreto,
por temor vida mía  me pusieras tu veto.

Así, que soy causante de las tristezas tuyas,
 mientras a otros culpaba  por herirte con puyas.

 Perdona mi ignorancia  linda flor del encanto,
por causar sufrimiento  deseándote tanto.

En tus ojos miraba  la beldad de los cielos.
Me encendías de amores, me causabas desvelos.

Tus andares de diosa, tu elegancia tan fina,
 me mostraba el encanto de la flor más divina.

Brindemos con cariños, celebremos amores,
sellemos nuestras bocas, con besos de colores.

Es la belleza tuya, chifladura de ensueños
Gocemos los placeres, vivamos nuestros sueños.


Manuel Ángel Calzón Díaz.